Fotografía: Redacción Cigdl.
Jaime Lozano no ha seguido un guion tradicional en su carrera. Surgido de la cantera de Pumas, su tránsito por el fútbol ha sido más una ruta trazada por la intuición y la oportunidad que por el cálculo. Primero como jugador durante 15 años y luego como técnico en formación, Lozano ha sabido reinventarse constantemente.
Desde sus inicios como mediocampista en 1998 hasta su incursión en Europa para empaparse del fútbol posicional, “Jimmy” ha construido una visión propia del juego. Esa mirada lo llevó a liderar a México al bronce olímpico en Tokio 2020 y a conquistar la Copa Oro en 2023, dos logros que avalan su capacidad para formar equipos con identidad.
Ahora, el reto es distinto. Al frente del Pachuca, Lozano se adentra en un proyecto de largo aliento con la mira puesta en el Mundial de Clubes 2025. Su estilo ofensivo, su mentalidad abierta y su compromiso con la evolución táctica serán puestos a prueba ante la élite internacional. En un fútbol lleno de rutas marcadas, él sigue apostando por el camino propio.
