Fotografía: Redacción CIgdl.
En un contexto donde la sostenibilidad y la protección del medio ambiente cobran cada vez mayor relevancia, las autoridades en Jalisco enfrentan desafíos significativos en la gestión del recurso hídrico. Mario López, titular de la Comisión Estatal del Agua (CEA), alertó sobre la situación actual de las plantas de tratamiento de aguas residuales en la entidad, destacando que una parte importante de ellas requiere urgentemente modernización y mantenimiento para cumplir con las normativas más estrictas que entraron en vigor recientemente.
Durante una reciente rueda de prensa, López explicó que, aunque se han logrado avances, aún existen 89 plantas que no están operando en su totalidad o están completamente inactivas, lo que representa un riesgo potencial para la calidad del agua y la salud pública. Entre estos casos, la planta de tratamiento en Agua Prieta, ubicada en Zapopan, evidencia las dificultades actuales. Según datos oficiales, en 2024 dicha planta operó únicamente a la mitad de su capacidad, lo que evidencia una problemática que va más allá del simple mantenimiento: su funcionamiento disminuido puede afectar los estándares ambientales y el cumplimiento con las nuevas regulaciones.
El funcionario subrayó que la actualización de la Norma Oficial de Descarga, que regula la calidad del agua que se devuelve al medio ambiente, implica un incremento en los requisitos, con plazos específicos para su implementación. La falta de inversión y modernización puede convertirse en un obstáculo para alcanzar dichos objetivos, poniendo en jaque los esfuerzos para garantizar un recurso hídrico más limpio y sostenible.
Expertos en gestión ambiental alertan sobre las consecuencias de no priorizar la inversión en infraestructura hídrica: desde la contaminación en cuerpos de agua hasta impactos en la biodiversidad local y en la salud de las comunidades cercanas a estas plantas.
