La temporada de pitayas en las 9 Esquinas, uno de los emblemas gastronómicos y culturales de la ciudad, ha comenzado con entusiasmo y la llegada de numerosos visitantes que buscan disfrutar del dulce y colorido espectáculo natural que ofrece esta fruta.
Las pitayas, también conocidas como “frutas del desierto” o “higos de cactus,” son caracterizadas por su piel gruesa y escamosa de tonalidades vibrantes — que van desde el rosa intenso hasta el amarillo y rojo — y su pulpa blanca, rosada o amarilla, llena de pequeñas semillas comestibles. La temporada, que generalmente inicia en marzo y se extiende hasta junio, representa un oportunidad para los productores locales de ofrecer esta fruta única en sabor y apariencia.
En las calles de las 9 Esquinas, pueden encontrarse puestos y vendedores que ofrecen pitayas frescas, jugos, helados y diversos productos derivados. Los visitantes, tanto locales como turistas, aprovechan para recorrer los puestos, aprender sobre el proceso de cultivo y degustar la fruta en su punto óptimo de madurez.
El cultivo de pitayas en la región ha cobrado mayor importancia en los últimos años, dada su adaptación a las condiciones áridas de la zona y la creciente demanda por productos saludables y exóticos. Además, la temporada también representa una oportunidad para promover el turismo y la economía local mediante ferias y eventos culturales que celebran esta fruta emblemática.
