En medio de un clima de incertidumbre y temor, la Asociación de Jaliscienses Unidos en Acción (AJUA) se erige como un bastión de apoyo para la comunidad jalisciense en Estados Unidos. Vicente Ortiz, su representante, subraya que la misión de esta organización sin fines de lucro es clara: brindar asistencia en la regularización de documentos migratorios y ofrecer un espacio seguro para quienes enfrentan la adversidad.
Con sede en Los Ángeles, AJUA administra la oficina Jalisco, donde se proporciona ayuda a los migrantes que carecen de la documentación necesaria. Uno de los esfuerzos más significativos de la organización es la distribución de la tarjeta informativa “Sácale la tarjeta a Migración”. Este recurso se ha convertido en una guía esencial, ofreciendo a los migrantes información sobre sus derechos y los pasos a seguir en situaciones críticas.
Sin embargo, la realidad para los jaliscienses en el país es alarmante. Michel, otro miembro de AJUA, advierte que “las deportaciones son solo la punta del iceberg”, refiriéndose a la creciente intervención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en escuelas y comunidades. Desde la llegada de la administración Trump, las intervenciones para verificar la documentación de los estudiantes han generado un ambiente de miedo y ansiedad en las familias.
A pesar de que California se ha declarado un estado santuario, Michel enfatiza que esta declaración no garantiza la seguridad absoluta de los migrantes. “Aunque las autoridades locales no remitan automáticamente a los migrantes a las autoridades federales, esto no elimina el riesgo de operativos intimidatorios en las calles”, señala.
Con alrededor de cuatro millones de mexicanos en riesgo de deportación, de los cuales aproximadamente el 12% proviene de Jalisco,
Entre las propuestas de la comunidad jalisciense se encuentran iniciativas como la Campaña de Doble Ciudadanía, que busca fomentar el registro de hijos en México; la credencialización a través del INE, para garantizar que los migrantes cuenten con identificación oficial; asesoría jurídica para explorar excepciones a las deportaciones y facilitar el acceso a la justicia para los jaliscienses en el exterior.
AJUA, además, comparte consejos prácticos para que los migrantes se protejan de posibles abusos por parte de las autoridades de inmigración: no abrir la puerta si un agente llama, guardar silencio ante preguntas, no firmar documentos sin consultar a un abogado, y saber cuándo es seguro retirarse de un lugar.
A pesar de los desafíos significativos que enfrenta, la comunidad jalisciense en Estados Unidos muestra una resiliencia admirable y una unidad firme en su lucha por justicia y reconocimiento. La labor de AJUA y el apoyo comunitario son fundamentales en este camino hacia la regularización y la defensa de los derechos migratorios.
