Fotografía: Redacción CIgdl.
En el conflicto ucraniano, Ucrania ha dado un paso significativo hacia la paz al aceptar, en una reunión celebrada este martes en Arabia Saudita, una propuesta de Estados Unidos que busca establecer un alto el fuego inmediato de 30 días. Este acuerdo, que ahora será presentado a Moscú, podría marcar un punto de inflexión en las hostilidades que han asolado la región.
La delegación ucraniana, encabezada por altos funcionarios del gobierno, expresó su disposición a implementar la propuesta estadounidense, que contempla una tregua que podría extenderse con el consentimiento de ambas partes. A través de una declaración conjunta, las delegaciones de Kiev y Washington subrayaron que la aceptación y ejecución del alto el fuego dependerá de la respuesta de la Federación Rusa.
Este avance se produce en un contexto de tensiones crecientes, donde Washington se comprometió a reactivar el suministro de ayuda militar y de inteligencia a Ucrania, tras la decisión del expresidente Donald Trump de interrumpir este flujo como medida de presión. Este compromiso es visto como un respaldo crucial para Ucrania en su lucha por defender su soberanía.
La declaración conjunta también enfatiza la urgencia de abordar cuestiones humanitarias durante el alto el fuego, incluyendo el intercambio de prisioneros de guerra y la liberación de civiles detenidos. Además, se buscará el regreso de niños ucranianos que han sido transferidos a la fuerza a territorios bajo control ruso.
En un esfuerzo por avanzar en el proceso de paz, tanto Ucrania como Estados Unidos acordaron designar equipos de negociadores que se encargarán de llevar a cabo conversaciones con Rusia. Este paso es fundamental para establecer un marco de diálogo que busque una solución duradera al conflicto.
Por si fuera poco, el encuentro dejó claro que Ucrania también ha solicitado la inclusión de Europa en las negociaciones, destacando la necesidad de un enfoque colaborativo que involucre a los actores clave en la región.
Finalmente, el acuerdo contempla la firma inminente de un tratado que permitirá la explotación conjunta de los recursos minerales de Ucrania, una medida que se espera impulse la economía del país y garantice su seguridad a largo plazo, al tiempo que permitirá a Estados Unidos recuperar parte de los gastos incurridos en apoyo a Kiev durante la guerra.
