Fotografía: Redacción CIgdl.
El Estadio Jalisco fue testigo de otro descalabro futbolístico del Atlas, que dejó ir una victoria cantada frente a Santos Laguna y terminó igualando 2-2 en un duelo marcado por errores propios y una alarmante fragilidad defensiva.
El inicio fue un vendaval: Jonathan Pérez adelantó a los laguneros apenas al minuto 2, pero la reacción rojinegra parecía cambiar la historia. Matías Cóccaro (4’) y Diego González (6’) voltearon rápido el marcador, encendiendo la ilusión de la afición. Sin embargo, esa chispa se apagó con el paso de los minutos.
La segunda parte fue un calvario para los Zorros. La expulsión infantil de Cóccaro condicionó al equipo, que cedió terreno y terminó refugiándose atrás. El castigo llegó en el minuto 91, cuando Jesús Ocejo firmó el empate y silenció al Jalisco.
Los números pintan un panorama crítico: seis puntos en ocho jornadas, 21 goles recibidos y ya 10 partidos sin ganar entre Liga MX y Leagues Cup. Lo más alarmante es que ni siquiera la presencia de Camilo Vargas, figura constante bajo los tres palos, alcanza para disimular las carencias de un plantel sin rumbo.
La pobre asistencia en el estadio refleja lo que el equipo transmite: desinterés, frustración y desencanto. Atlas no pierde por mala fortuna; pierde porque repite los mismos errores.
