Fotografía: Redacción CIgdl.
En un encuentro disputado en el Levi’s Stadium, la Selección Mexicana logró una victoria que consolidará su confianza de cara a próximos desafíos, tras un partido marcado por intensidad, cambios en ambos lados y decisiones arbitrales cruciales.
El encuentro comenzó con intensidad, con Honduras presionando temprano y buscando aprovechar los contragolpes, mientras que México intentaba instaurar su juego desde el minuto inicial. La primera oportunidad clara fue para el Tricolor, cuando Roberto Alvarado remató desde el área en los primeros minutos, pero el arquero hondureño respondió con solvencia. La tención en el terreno fue en aumento, incluyendo un incidente que provocó un breve enfrentamiento cerca de la banca mexicana, reflejando la pasión del encuentro.
A los 50 minutos, México tomó la delantera gracias a un gol de Raúl Jiménez, quien aprovechó un pase de Gilberto Mora para mandar el balón al fondo de la red. Sin embargo, la alegría fue momentánea, ya que el árbitro recabó la revisión en el VAR y anuló la anotación por fuera de juego, manteniendo la igualdad en el marcador.
El gol definitivo llegó a los 54, cuando Edson Álvarez convirtió tras rematar un tiro libre cobrado por Alexis Vega, colocando a México en ventaja. La jugada quedó viva tras un despeje, permitiendo al mediocampista mexicano definir con precisión. En los minutos siguientes, el técnico argentino Gerardo Martino realizó cambios estratégicos: en el minuto 60, Santiago Giménez ingresó por Gilberto Mora, y a los 71, César Huerta y Jesús Orozco Chiquete entraron en lugar de Mateo Chávez y Roberto Alvarado para dar mayor movilidad y defensa al equipo.
Honduras intentó reaccionar, teniendo algunas aproximaciones en la segunda mitad, pero la defensa mexicana contenía los avances sin mayores inconvenientes. Sin embargo, en los segundos finales del tiempo reglamentario, en el minuto 90+2, México realizó dos cambios más: salieron Marcel Ruiz y Raúl Jiménez, ingresando Erik Lira y Orbelín Pineda para dar mayor frescura en el mediocampo en esos últimos momentos.
El árbitro añadió siete minutos de compensación, en los cuales México supo mantener la calma y gestionar los esfuerzos hondureños. La emoción culminó con el silbatazo final, que certificó la victoria del Tricolor, en un partido que, a pesar de los contratiempos, dejó buenas sensaciones en el conjunto dirigido por Gerardo Martino.
