Fotografia: Redacción CIgdl.
Nueve clubes de la Liga de Expansión MX desafían al fútbol mexicano al solicitar con firmeza la vuelta del ascenso y descenso en la máxima categoría. La reacción de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), liderada por Ivar Sisniega, no se hizo esperar: anunció la suspensión de los subsidios económicos destinados a estos equipos, como parte de una medida para presionar la cancelación de las demandas legales ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
Desde 2020, el sistema de ascenso se mantuvo en pausa en un intento por reestructurar el fútbol de desarrollo en México. Sin embargo, estos clubes consideran que esa situación ha limitado sus oportunidades de crecimiento y desarrollo, y han optado por recurrir a instancias internacionales para exigir su derecho a competir en igualdad de condiciones.
La decisión de la FMF se basa en un acuerdo contractual previo, que condicionó la asistencia económica a la suspensión del ascenso por un período de seis temporadas. Con las demandas en marcha, la federación argumenta que dicha cláusula se ha violado, y en consecuencia, se retirarían los subsidios, los cuales tenían como fin mejorar infraestructura y profesionalización.
Los clubes afectados —Atlético La Paz, Atlético Morelia, Cancún FC, Cimarrones de Sonora, Alebrijes de Oaxaca, Mineros de Zacatecas, Venados FC, Leones Negros de la UdeG y Jaiba Brava— mantienen su postura y continúan luchando por un sistema de competencia más abierto y justo, que premie el mérito deportivo y la promoción entre divisiones.
Este conflicto trasciende lo económico; implica también el rumbo que México quiere para su fútbol. La disputa en tribunales puede marcar un precedente histórico en la regulación de las ligas nacionales y en el acceso a la élite del balompié mexicano, en un momento en que el fútbol internacional intersectiona con debates sobre equidad y desarrollo competitivo.
