Una repentina erupción del volcán Etna sacudió la isla italiana este lunes, generando alarma entre residentes y turistas. El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) informó de un incremento súbito en la actividad sísmica, acompañado por una columna de ceniza que se elevó varios kilómetros sobre el cráter, obligando a evacuar a cientos de visitantes.
Las cámaras de seguridad captaron el momento en que una explosión lanzó material incandescente y una avalancha piroclástica descendió por las laderas, cubriendo senderos y sembrando el pánico entre excursionistas. A pesar de la violencia del fenómeno, no se reportaron víctimas.
La erupción, ocurrida durante la madrugada, llevó a declarar inicialmente una alerta roja para la aviación, que más tarde fue reducida a nivel naranja. Las operaciones aéreas en la región fueron parcialmente desviadas por precaución.
El Etna, con más de 3.300 metros de altura y considerado el volcán más activo de Europa, continúa bajo estrecha vigilancia. Aunque las comunidades cercanas no registran daños mayores, se mantienen los protocolos de seguridad ante posibles nuevas emisiones.
