Fotografia: Redacción CIgdl.
La atmósfera en la Santa Sede se encuentra colmada de expectativa y secreto. La mañana de este lunes, el vocero del Vaticano, Matteo Bruni, confirmó la llegada de los 133 cardenales electores que participarán en el cónclave para escoger al sucesor del Papa Francisco, quien falleció recientemente dejando una profunda huella en la iglesia y en el mundo.
Los cardenales, conocidos como los ‘príncipes de la Iglesia’, arribaron a Roma para iniciar un proceso que se mantendrá en estricta confidencialidad. Desde este martes y por tiempo indefinido, estarán confinados en su mayoría en el histórico hotel Santa Marta, donde vivió el pontífice argentino durante su papado, y en otros espacios cercanos, como la Sala Regia y la Capilla Paolina, que han sido cerrados al público para preservar la secretivida
Este cónclave destaca por su carácter internacional y diverso, con representantes de 71 países en total. La última congregación general, realizada este lunes, congregó a 179 cardenales, de los cuales 132 están habilitados para votar. Durante esa reunión, los participantes discutieron temas que abarcan desde la misión de la Iglesia en el mundo, los conflictos bélicos actuales y las fracturas internas dentro de la comunidad católica.
El sorteo de habitaciones y la organización logística se concluyeron este fin de semana. Desde mañana martes, los cardenales podrán comenzar a desplazarse desde Santa Marta hacia la Capilla Sixtina, ya sea caminando o en minibuses, en un operativo con la presencia de fuerzas de seguridad para garantizar la protección del acto más importante de la Iglesia Católica en los próximos meses.
El cónclave está previsto para el miércoles 7 de mayo. Hasta entonces, la atmósfera en la plaza San Pedro será de expectación, con miles de feligreses y turistas siguiendo el proceso a través de transmisiones en vivo, redes sociales y medios de comunicación.
Como es tradición, en lo alto de la Basílica de San Pedro se instalará la conocida chimenea. Si emite humo negro, indicará que el proceso de votación no ha llegado a un consenso. En cambio, humo blanco significará la elección de un nuevo pontífice, poniendo fin a semanas de incertidumbre y expectación mundial.
Mientras el mundo observa, los cardenales cumplirán su misión en el más absoluto sigilo, en una de las etapas más trascendentales para la Iglesia Católica y sus millones de seguidores en todo el planeta. La espera termina y el inicio de un nuevo capítulo en la historia del papado está a punto de comenzar.
