Fotografía: Redacción CIgdl.
A pesar de ser la principal causa de ceguera irreversible, muchos desconocen que padecen esta afección. La Semana Mundial del Glaucoma busca crear conciencia sobre la importancia de la detección temprana.
El glaucoma, una de las principales causas de ceguera en el mundo, afecta a millones de personas sin que muchas de ellas sean conscientes de su padecimiento. Esta enfermedad ocular, provocada por el aumento de la presión en el ojo y el daño progresivo del nervio óptico, se desarrolla sin síntomas evidentes hasta que la pérdida de visión es significativa.
En México, el 4% de la población mayor de 40 años y el 14% de los mayores de 60 sufren glaucoma, según la Sociedad Mexicana de Oftalmología. Sin embargo, más del 50% de los afectados lo desconocen, lo que resalta la importancia de realizar revisiones oftalmológicas periódicas.
José Antonio Paczka Zapata, presidente de la Sociedad Mexicana de Oftalmología, explica que el glaucoma no tiene cura, pero su avance puede ser controlado con un diagnóstico oportuno. Por su parte, Luz María Arce Romero, presidenta del Colegio de Médicos Oftalmólogos de Jalisco, señala que el 80% de las enfermedades que pueden llevar a la ceguera son prevenibles, lo que subraya la necesidad de implementar programas de detección temprana.
Las cifras a nivel mundial son preocupantes: actualmente, 90 millones de personas viven con glaucoma, y se estima que en 2040 la cifra alcanzará los 112 millones. En México, alrededor de 2 millones de personas padecen la enfermedad, y se proyecta que para 2050 la cifra aumentará a 3.4 millones. En Jalisco, cerca de 125 mil personas están afectadas, de las cuales 90 mil desconocen su condición.
Ante este panorama, la Semana Mundial del Glaucoma busca generar conciencia sobre la importancia de los chequeos oftalmológicos, especialmente en personas con factores de riesgo como antecedentes familiares, edad avanzada o presión ocular elevada. La prevención y la detección temprana pueden marcar la diferencia entre mantener la visión o perderla de manera irreversible.
