Fotografía: Redacción CIgdl.
• Claudia Sheinbaum festeja el 1% de crecimiento del FMI, pero mientras presume logros, los beneficios cambiaron de manos y hoy favorecen a los cercanos al expresidente
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo celebró el anuncio del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ajustó al alza el crecimiento de México en 1%, y aseguró que los opositores mantienen “coraje” por haber perdido sus privilegios. Sin embargo, los hechos muestran que dichos beneficios no desaparecieron: cambiaron de manos y se trasladaron a nuevos personajes ligados al círculo de Morena.
El caso más visible es el de Andrés Manuel López Beltrán, “Andy”, hijo del expresidente, quien en pocos años pasó de no haber tenido jamás un empleo formal a convertirse en empresario millonario. Sus negocios van desde Finca Rocío y Vinos Cósmicos, hasta Realesco, S.A., un expendio de vinos naturales revelado por Quinto Elemento Lab. A ello se suma la plataforma de hospedajes de lujo ANNEX, creada junto a amigos cercanos, con operaciones en México, Estados Unidos y Japón.
Uno de sus socios, de acuerdo con un reportaje difundido en Latinus.us en el espacio de Carlos Loret de Mola, es Diego Jiménez Labora, que incursionó en el sector inmobiliario a través de la empresa SRP Prop, que inauguró propiedades de alto nivel en Tokio en 2024, en coincidencia con la visita de López Beltrán a la capital japonesa. La red empresarial incluye también a Seth Robert Peterson, empresario estadounidense vinculado al grupo.
Mientras los hijos de la llamada Cuarta Transformación consolidan fortunas, la realidad para los jóvenes mexicanos es otra: la tasa de desempleo juvenil alcanza 5.9% de la Población Económicamente Activa, el doble del promedio nacional, según la OIT. Cuatro de cada 10 desempleados en el país tienen entre 20 y 29 años, y la mayoría enfrenta trabajos precarios en la informalidad.
A pesar del festejo presidencial, el FMI advirtió que el repunte en la expectativa de crecimiento responde a un fenómeno coyuntural: la compra anticipada de exportaciones mexicanas por parte de empresas extranjeras, temerosas de los aranceles impulsados por Donald Trump. El organismo subrayó que el verdadero reto de México está en cerrar brechas de infraestructura, fortalecer el Estado de derecho y garantizar un clima de inversión estable.
Los datos confirman lo contrario: en el segundo trimestre de 2025, la inversión cayó a 22.6% del PIB, el nivel más bajo en tres años. La inversión pública apenas representa 2.1% del PIB, su punto más bajo desde 1999. La privada, que constituye el 90% del total, muestra un deterioro frente al año anterior, marcado por la falta de certeza jurídica.
En paralelo, la generación de empleos formales se estancó: entre enero y agosto de 2025, el IMSS registró 216,538 nuevos puestos de trabajo, la cifra más baja en dos décadas para un periodo comparable fuera de crisis excepcionales.
El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2026 deberá responder una pregunta de fondo: ¿México está invirtiendo con visión de futuro o solo administrando la inercia coyuntural? Porque, sin inversión sólida, no habrá innovación, empleos de calidad ni posibilidad de que el país se acerque al top 10 de las economías globales que plantea el Plan México.
Con los datos que muestra el gobierno federal y las últimas revelaciones exponen que, López Obrador no acabó con los privilegios, solo los heredó a un nuevo grupo de beneficiarios cercanos a Morena y los jóvenes en México, enfrentar desafíos.
@JErnestoMadrid
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