¿Y si el gigante tropieza? La lección que la 4T no quiere escuchar

¿Y si el gigante tropieza? La lección que la 4T no quiere escuchar

Fotografía: Redaccion Cigdl.

• “El sueño americano se desvanece… y México podría despertar con resaca”

En Palacio Nacional todavía se repite el viejo mantra: “Estados Unidos es fuerte, estable, invencible… nuestro gran mercado, nuestro gran salvavidas”. Pero quizá alguien debería pasarle a Claudia Sheinbaum el último análisis de Banamex antes de que la luna de miel con los mercados se vuelva pesadilla.


Resulta que el “excepcionalismo americano” ya no luce tan excepcional. La deuda pública de EE. UU. crece a ritmo de película de horror; Moody’s ya le bajó la calificación; el dólar, antaño rey de reyes, se debilita frente a monedas europeas, asiáticas… y sí: también frente al peso mexicano (que no ha dejado de sorprender con una apreciación de casi 8%). Para colmo, el famoso S&P 500 ya no saca tanta ventaja: las bolsas de Europa y Asia van pisándole los talones… o peor aún, rebasándolo.


Pero aquí seguimos actuando como si nada pasara. La 4T presume estabilidad económica, récords de inversión y superávit comercial… sin mencionar que todo eso cuelga de un hilo: la salud económica de Estados Unidos. Porque si allá hay tos, aquí llega la pulmonía.


El problema no es que Sheinbaum herede esta dependencia estructural (de eso ya se encargaron décadas de gobiernos), sino que insista en sumar incertidumbre con ideas como la reforma judicial, que justo cuando México debería proyectar confianza jurídica, manda el mensaje opuesto a los inversionistas.


¿De verdad creen que con un socio tan inestable podemos darnos el lujo de espantar capitales, congelar grandes proyectos o complicar la relación bilateral? Estados Unidos deja de ser garantía… y la 4T sigue creyendo que el futuro está asegurado.


En análisis de Banamex ya puso la advertencia sobre la mesa: o diversificamos y fortalecemos nuestra institucionalidad, o nos preparamos para ver cómo el “milagro económico” mexicano se apaga en cuanto el vecino tropiece. Total, en esta película ya sabemos quién paga los platos rotos.
@JErnestoMadrid
jeemadrid@gmail.com

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