Fotografía: Redacción CIgdl.
En un contexto de creciente tensión comercial, la mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum, convocó a una reunión de alto nivel con actores claves del sector acerero y de aluminio, además de integrantes de su gabinete económico, para definir estrategias frente al incremento del 50% en los aranceles impuestos por Estados Unidos. La medida, dictada por el gobierno de Donald Trump, ha generado preocupación entre las autoridades mexicanas y el sector empresarial, y ha puesto en jaque la economía de diversos sectores productivos del país.
La reunión, que se realizó en formato híbrido —con participantes de manera presencial y virtual—, contó con la presencia del secretario de Hacienda, Edgar Amador, y del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, junto a destacados empresarios como Altagracia Gómez del Consejo Asesor Empresarial, Francisco Cervantes del Consejo Coordinador Empresarial, así como líderes del sector privado, entre ellos Joseph Woldenberg de Tubacero y René Calderón de Grupo Recal.
Durante el encuentro, Claudia Sheinbaum calificó la medida estadounidense como “injusta”, “carente de base legal” y “insostenible”. La mandataria aseguró que México no permanecerá pasivo ante esta situación y advirtió que, si no se logra un acuerdo diplomático en los próximos días, el país implementará medidas de represalia comercial, en defensa de sus intereses y de sus trabajadores.
“Protegemos a nuestros empleados y la estabilidad de nuestra industria. No permitiremos que decisiones unilaterales afecten la economía mexicana ni que cercenen los principios del comercio justo”, declaró la mandataria en rueda de prensa. Además, advirtió que las repercusiones de estas medidas también impactan negativamente en los consumidores y en los propios trabajadores en EE. UU., al encarecer los productos y reducir oportunidades de cooperación regional.
Expertos en comercio internacional señalan que este episodio podría marcar un nuevo capítulo en la reconfiguración de las alianzas y cadenas de suministro en Norteamérica. Mientras tanto, el gobierno mexicano trabaja en afinar su respuesta diplomática y comercial, con la finalidad de contrarrestar lo que consideran un acto proteccionista que atenta contra la libre circulación de bienes en la región.
En conclusión, México se encuentra en un momento clave para defender su economía frente a una tendencia mundial que, según analistas, refleja un resurgir del proteccionismo en las potencias económicas. La próxima semana será crucial para definir si el país logra negociar una solución o si deberá recurrir a medidas más contundentes.
