Fotografía: Redacción CIgdl.
En una mañana que quedó marcada en los anales de la historia de la Iglesia Católica, la fumata blanca desde la chimenea de la Capilla Sixtina anunció la reciente elección del Papa, poniendo fin a los días de incertidumbre. A las 10:10 horas (hora de Ciudad de México) o 18:10 en Roma, la multitud que aguardaba en la Plaza de San Pedro presenció el esperado momento cuando la columna de humo cambió su color, señalando que un nuevo líder espiritual se acercaba.
Y así fue: el nuevo Pontífice, que adoptó el nombre de León XIV, es un cardenal con un perfil verdaderamente inusual y lleno de historias fascinantes. Se trata del estadounidense Robert Francis Prevost, quien a sus 69 años asumirá la responsabilidad de guiar a los más de 1.400 millones de católicos en todo el mundo, además de convertirse en jefe de Estado del Vaticano, la pequeña nación con gran influencia internacional.
¿Quién es este nuevo líder? La historia de León XIV, nacido en Chicago, revela un camino inexplorado dentro del clero: cuenta con doble nacionalidad, estadounidense y peruana. La conexión con Perú es intensa y significativa. Prevost llegó en 1985 al país andino como parte de una misión religiosa, pasó gran parte de su vida allí, y en 2015 obtuvo la ciudadanía peruana, según confirmaron las autoridades del Registro Nacional de Identidad (Reniec). Tiene vigente un documento peruano que acredita esta nacionalidad.
Su trayectoria en Perú es notable. Tras ordenar sacerdote en 1982, llegó a Trujillo en 1988 para dirigir el seminario local y posteriormente ocupó importantes cargos en la región y en la arquidiócesis de Chiclayo. Entre 2014 y 2023 participó activamente en la Conferencia Episcopal Peruana, incluso como vicepresidente segundo, y fue administrador apostólico del Callao. En 2023, fue llamado a Roma por el Papa Francisco, donde desempeñó un papel destacado en el Dicasterio para los Obispos y lideró la Comisión para América Latina.
Este pontífice, con raíces en Estados Unidos y Perú, y con experiencia en diversas culturas y contextos, llega en un momento de desafíos y oportunidades para la Iglesia Católica. La elección de León XIV refleja un pensamiento global y una apertura que podría marcar un nuevo rumbo en la Iglesia, en sintonía con las realidades cambiantes del mundo contemporáneo.
Mientras la plaza se dispersa y las campanas repican en Juan Pablo II, la comunidad católica y el mundo en general observan con expectación el inicio del pontificado de León XIV, un Papa con un perfil poco convencional, pero con una historia que invita a la esperanza y a la transformación.
