Misa de despedida en la Basílica de San Pedro: el cierre del féretro de Papa Francisco

Misa de despedida en la Basílica de San Pedro: el cierre del féretro de Papa Francisco

Fotografia: Redacción CIgdl.

Este viernes por la mañana, la Basílica de San Pedro fue escenario de una solemne ceremonia de cierre del ataúd con los restos de Papa Francisco, en vísperas de su inminente funeral. La conferencia, presidida por el cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrell, reunió a autoridades vaticanas, familiares y varios representantes de la iglesia mundial en un acto cargado de significado espiritual y protocolares.

El rito comenzó con un acto de respeto y devoción cuando el maestro de ceremonias cubrió el rostro del pontífice con un delicado velo de seda blanca. Seguidamente, agregó agua bendita sobre el cuerpo, mientras los asistentes oraban en silencio, en un momento de profunda introspección y tradición católica.

Dentro del féretro, se colocaron objetos de valor simbólico: una bolsa con monedas y medallas acuñadas durante su pontificado, que representan los hitos y logros de su liderazgo. Además, se introdujo un tubo metálico que guardaba el ‘rogito’, un acta sellada en latín que registra los aspectos más destacados de su vida y papado: su sencillez, su compromiso con los “últimos y descartados”, su preocupación por la protección del medio ambiente y su postura firme frente a los abusos en el clero.

El acta fue leída por Diego Ravelli, maestro de las Celebraciones Litúrgicas, en presencia de importantes figuras eclesiásticas, entre ellas los cardenales Giovanni Battista Re, que oficiará el funeral en días próximos; Pietro Parolin, secretario de Estado; y Mauro Gambetti, arcipreste de la basílica, quienes firmaron los ejemplares en señal de respeto y reconocimiento.

Luego, se colocó la tapa de zinc del ataúd, que lleva grabada la cruz, el escudo papal y una placa con los datos del pontífice. El sellado del féretro fue realizado por las autoridades vaticanas, asegurando la protección y solemnidad del acto.

El cierre final del féretro, elaborado en madera, fue completado con la colocación de sellos oficiales y la arrobada reverencia de los asistentes, en una ceremonia que duró aproximadamente una hora. Participaron también miembros de la familia del pontífice, representantes de la Curia y funcionarios vaticanos, quienes honraron la memoria del Papa con respeto y fervor.

El ataúd permanecerá en la Basílica de San Pedro, vigilado por frailes del capítulo de San Pietro durante toda la noche, en espera del funeral programado para el sábado. Este acto contará con delegaciones de 130 países y organismos internacionales, en una muestra del impacto global del liderazgo de Francisco.

Al amanecer, su cuerpo será trasladado en un cortejo solemne a la Plaza de San Pedro, donde se llevará a cabo la misa funeral. Posteriormente, su féretro será llevado a la Basílica de Santa María la Mayor, sitio que acogerá su sepultura definitiva, cerrando así un capítulo importante en la historia reciente de la Iglesia Católica.

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